Boca juega con la U de Chile por el paso a la final de la Libertadores. También debe enfrentar los últimos encuentros de un campeonato que lo tiene como puntero.
Una final es la que empieza a jugar Falcioni el jueves. Aunque la instancia es otra, el entrenador Xeneize sabe que los partidos que quedan son todos definitorios. En la Copa Argentina se juega el trofeo frente a Racing, en el torneo debe enfrentar las últimas dos fechas con cinco perseguidores que lo acechan, y en la Libertadores recibe a la U de Chile por las semis. Son los últimos partidos del semestre y los logros están al alcance de la mano. Pero falta, todavía falta, como suelen decir los jugadores a cada rato.
Clemente está descartado para el partido del próximo jueves. Una distención en el esquiotibial izquierdo lo dejó afuera. En su lugar
ingresará Sánchez Miño. El juvenil que junta pergaminos y se gana un lugar en el conjunto del Emperador. El resto del equipo parece estar confirmado aunque una duda surge en la delantera. Aún no está definido si Mouche o Cvitanich será el acompañante de Silva. Pablito parece tener una ventaja sobre el hombre de Baradero.
A todo o nada juega Boca en estos días que se aproximan. Los jugadores lo saben y por eso se entrenan hasta cuando tienen el día libre. El grupo está preparado para enfrentar la etapa final de un camino que empezó en febrero. Concentración, trabajo y actitud es lo que promete un plantel que busca la triple corona y que no se da por vencido. Quiere todo. El jueves la última parte de la historia sumará un nuevo capítulo.
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